Estamos ante una escuela filosófica fundada en Atenas por Epicuro de Samos (341-270 a. C.) en el año 306 a. C. y que permaneció activa en la ciudad al menos hasta el siglo II d. C., también era conocida como "El jardín".
El Jardín de Epicuro era diferente de las instituciones fundadas por los dos grandes maestros del periodo clásico, Platón y Aristóteles. Epicuro estaba menos interesado en problemas de ciencia, lógica y lenguaje que los miembros del Liceo aristotélico, y menos interesado por la política que los miembros de la Academia platónica, porque su mayor interés era otro. Más que las ideas, le preocupaba la vida humana concreta.
Fue gracias a eso que llevó a cabo, cabe decir, una especie de revolución en la práctica y en la enseñanza de la filosofía. Esa revolución se reflejó nítidamente en la variedad de sus oyentes: mujeres, niños, ancianos y esclavos acudían todos al Jardín de Epicuro para escucharlo y para dialogar con él y con los demás en encuentros orientados a descubrir en qué consiste la felicidad, búsqueda que afecta a cada uno directamente como lo más importante de la propia existencia y de la realización individual.
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información obtenida de: https://www.historiasminimalistas.com/2017/12/epicureismo-placer-y-disciplina-del-deseo/ y http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/cultural/epicuro-y-el-jardin-en-el-que-florecio-la-filosofia-1586591.html
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